Escuelas dignas y salarios justos. Por: Abdiel Rodríguez Reyes
Uno de los objetivos fundamentales para
el desarrollo de los países es brindar un servicio de educación pública
de calidad. Lo que debe comprender desde erradicar el analfabetismo hasta
aumentar el porcentaje de egresados universitarios. Para esto, es necesario
escuelas dignas y salarios justos, condición sine qua non para mejorar la educación. Es inexplicable que aún existan escuelas ranchos,
que los docentes tengan que esperar meses para que se les pague cuando no son
permanentes, esto es bochornoso. En esta misma línea, es mezquino que no se
quiera cumplir con el acuerdo del ajuste salarial a los docentes.
Crecimiento
real del PIB del Mundo, América Latina y Panamá
Fuente:
Perspectivas económicas mundiales. Banco Mundial
Según datos del Banco Mundial, Panamá
tiene en prospectiva para el 2018 un PIB del 6.2%, cuando en la región de
América Latina y el Caribe en su conjunto es de 2.1%. Además con un Canal
ampliado que incrementará los ingresos. Esto tiene que permear concretamente en
la población que más necesita. Se hace impostergable cumplir con la Ley
Orgánica de Educación y equiparar con el 6% del PIB al presupuesto del
sector educativo. Con esto se podría construir las escuelas necesarias
para desaparecer las escuelas ranchos y cumplir con el aumento salarial
escalonado. Esto conllevaría un compromiso de los docentes para sacar adelante
al sistema público de educación.
La forma más democrática de que el Canal
sea para todos es que aporte al servicio educativo público, entre otras cosas.
El orgullo de que el Canal sea de los panameños, se tiene que materializar en
una educación pública de calidad. Los resultados en educación no se ven a corto
plazo, es natural que las autoridades correspondientes quieran ver los efectos
de su gestión, pero en esto el inmediatismo no es buen aliado.
Las reivindicaciones
que han alcanzado el sector docente son el resultado de jornadas de luchas, en
esta ocasión no será la excepción. El Gobierno ahora quiere condicionar el
ajuste salarial a una evaluación. Es una constante que los gobiernos sean
dóciles ante los lineamientos de los organismos internacionales que intentan
flexibilizar la labor docente, lo que se podría instrumentalizar como un
mecanismo de persecución, en particular hacia los dirigentes magisteriales.
Esto es lo que denunciaron los compañeros maestros en Oaxaca y fueron brutalmente
reprimidos.
Si el Gobierno quiere mejorar la
educación tiene que invertir socialmente en escuelas dignas y salarios justos a
los docentes, no hay otro camino.
Comentarios
Publicar un comentario