¿El final de la filosofía?. Por: Luis Pulido Ritter


Pensar hoy día en filosofía es un acto único e imprescindible. Es una rareza y un privilegio que el mundo tenga todavía aquellas personas que se ocupen de pensar filosóficamente, porque podría decirse que la filosofía de este mundo es vivir sin la necesidad de la filosofía, del pensamiento y de la crítica. Gran error. Hoy día es más necesaria que nunca la pregunta filosófica (el propio Platón lo sabía muy bien) y no hay que confundir ésta con los innumerables textos y frases de auto-ayuda que nos quieren estimular para encontrar el sentido de la vida.
Lo cierto es que si de nuestras universidades desaparece la filosofía (la Escuela de Sociología de la Universidad de Panamá es un buen ejemplo) qué se puede esperar del resto de nuestras instituciones como las escuelas y centros educativos en general. Es falso decir que hoy día hay un vacío de pensamiento, de preguntas, pero sí es cierto que se ha roto la conexión humanista de la preparación profesional con el pensamiento, es decir, de nuestras universidades salen profesionales sin cultura, peor aún, sin fundamento reflexivo basado en la larga tradición intelectual y de pensamiento occidental que, precisamente, se discute en la antología preparada por el profesor Insausti, Filosofía e Inmanecia (2015), una antología que reúne seis textos filosóficos de actualidad porque discute el lugar de la inmanencia como una vuelta a la realidad, a la experiencia de los seres humanos, desde la época clásica griega hasta nuestro presente que se pregunta sobre los artefactos tecnológicos y la ecología. Es una antología que demuestra hasta qué punto la filosofía está comprometida con la reflexión del aquí y del ahora, una reflexión que se pregunta sobre Hegel y Nietzsche, sobre la naturaleza e, incluso, sobre el final de la filosofía ya visualizado por Heidegger.
Unos textos son más fáciles de leer que otros, por ejemplo, el texto del mismo profesor Insausti requiere un verdadero ejercicio de paciencia y de trabajo, más si no se está familiarizado con el idealismo alemán y Hegel. Porque otra cosa es cierta: se engañan todos aquellos (muy frecuente en nuestro patio) que piensan que han resuelto el mundo al decir sencillamente que la filosofía occidental es filosofía eurocéntrica y con ello saltan sobre todo lo que realmente tienen que estudiar y discutir.
En tiempos en que experimentamos el vacío con la búsqueda trascendente de Dios y con el mercado lleno de literatura ligera y de autoayuda, esta antología es una muestra de la persistencia y la necesidad del pensamiento y de resistir al facilismo intelectual que filtra nuestras propias universidades. No estamos solos: no es el final de la filosofía.
fuente:http://laestrella.com.pa/estilo/cultura/final-filosofia/23915011

Comentarios

Entradas populares