“Ejemplo de reconciliación para el mundo entero”. Por Marco A. Gandásegui, hijo


Unas notas sobre la Revolución cubana y la visita del papa Francisco a la isla. Según Washington Uranga la gira tenía tres objetivos: Contribuir a la consolidación de la institucionalidad de la Iglesia católica en Cuba. Contribuir al proceso de desbloqueo económico de la isla por parte de EEUU. Por último, fortalecer las relaciones entre el Vaticano y Cuba.

Por otro lado, Francisco dijo que el proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos es un “ejemplo de reconciliación para el mundo entero”. Me trajo a la memoria palabras similares planteadas en 1977 cuando Panamá y EEUU firmaron los Tratados del Canal (Torrijos-Carter) que significaron el fin de la colonia (Zona del Canal), la evacuación de las bases militares y el traspaso de la vía acuática. Definitivamente, el general Torrijos y el presidente Carter dieron una muestra de 'reconciliación' sin precedente en la región.


Sin embargo, la luna de miel duró poco. Carter perdió las elecciones en 1980 y EEUU comenzó de una vez a socavar las políticas panameñas. Pocos años después Torrijos moría en un misterioso 'accidente', después se imponía un candidato presidencial del gusto del Departamento de Estado y en 1989 EEUU invadió militarmente a Panamá causando pérdidas de miles de vidas inocentes y un 'cambio de régimen'. La reconciliación fue de muy corta vida.

A partir de la invasión EEUU instauró un régimen que respondiera a sus intereses y, sobre todo, débil en materia de políticas nacionales de auto-identidad y en el campo internacional. Han pasado 25 años desde la invasión y EEUU mantiene su control ideológico y político sobre Panamá.

Ha logrado convertir a los gobernantes en capos de partidos pandilleros que se turnan en el gobierno para saquear las arcas fiscales. Ha logrado destruir el sistema educativo y el sistema de seguridad social. El sistema de salud ha colapsado y reorientó la política exterior del país.

De esa experiencia podemos concluir que la 'reconciliación' en política exterior es una respuesta a una coyuntura muy especial enmarcada en procesos de más largo plazo. Panamá cometió el error de pensar que había puesto fin al conflicto. Un país tiene que estar preparado siempre para avanzar sus objetivos como nación: sobre todo la formación y el bienestar de su juventud, de su niñez.

En el caso de Cuba, EEUU quiere destruir, cambiar, la Revolución cubana. Su objetivo es socavar el compromiso de la Revolución con el bienestar de los cubanos, la organización de todos los cubanos, su capacidad de defender su identidad como nación. El 'cambio de régimen' que pregona EEUU para la Revolución cubana significa poner fin a las políticas de bienestar social (introducir los 'ajustes' conocidos), desorganizar a los cubanos, desarticular su capacidad defensiva y, sobre todo, socavar su identidad.
En estos momentos quienes negocian entre La Habana y Washington son la Revolución cubana y el imperialismo de EEUU. Cuba exige el fin del bloqueo de la Revolución cubana. EEUU exige crear nuevas condiciones en Cuba para poner fin a la Revolución cubana: 'cambio de régimen'.

La reconciliación se produciría en el momento en que EEUU acepta convivir con la Revolución cubana, sus conquistas, sus instituciones y su identidad nacional. Cuba ya le ofreció a EEUU la apertura de un sector importante de su mercado. Sin embargo, ha dicho que no negociará otros sectores que forman parte de su política de seguridad nacional. En política exterior, La Habana ha manifestado que continuará apoyando todos los pueblos del mundo, especialmente aquellos que han encontrado un camino alternativo. EEUU, por su lado,  sigue bloqueando la comunicación de la ciudadanía de ambos países, restringiendo los viajes. También mantiene bloqueadas las vías comerciales entre Cuba y terceros países. Hace imposible las transacciones financieras de Cuba en gran parte del mundo.

EEUU tampoco quiere evacuar la base militar que tiene ilegalmente en Guantánamo. Sigue financiando grupos políticos dedicados a 'distraer' al gobierno cubano. El reto verdadero es reconciliar la Revolución cubana y el imperialismo de EEUU. ¿Es posible?
Panamá -en otras circunstancias históricamente muy distintas- todavía sufre las consecuencias de su error estratégico.

Regresando a Francisco, Uranga dice correctamente: El Papa sólo aparenta espontaneidad y nunca improvisa. ¿Será el secreto del papado que ya cumplió más de dos milenios de existencia? Es un buen consejo para las próximas generaciones de dirigentes panameños. La Revolución cubana tiene 55 años de estar aplicando con éxito la estrategia.

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