Ngäbe-buglé, una visión antisistémica por: Abdiel Rodríguez Reyes*
08/01/2013 -
Luego de más de 500 años de resistencia, poco a poco, en la medida que fuera
posible los gobiernos fueron desposeyendo a los pueblos autóctonos de sus
tierras, en particular al pueblo ngäbe-buglé, llevándolo a una cuasi inercia
territorial, expuestos a la buena voluntad del gobierno central. En 1997, el
Gobierno panameño, como estocada final, estipula que el territorio comarcal se
ubique en la cordillera central –tierra de difícil acceso y poco productiva– lo
que los obliga a practicar la agricultura de subsistencia, característica de
regiones donde se disminuyen las capacidades humanas de una vida mejor.
Resignados
al statu quo de engaño por parte de los gobiernos que pasan a espaldas de las
comarcas, en los últimos dos años el pueblo ngäbe-buglé le ha dado lecciones de
lucha social a esta generación, tanto en San Félix, Chiriquí, en Viguí,
Veraguas, como en Bocas del Toro, mostrándose como un pueblo combativo, al
punto de que vale la pena verlos desde la perspectiva antisistémica. No es solo
una tarea teórica, sino práctica, hacer un análisis desde esa perspectiva y ver
su impacto comarcal, nacional e incluso global, y su posible rearticulación con
otros sectores.
A
consecuencia de los enfrentamientos y demandas del pueblo ngäbe-buglé en
defensa de su comunidad, pregunto si ¿Será su lucha un potencial movimiento
antisistémico? El término antisistémico es un concepto acuñado por Immanuel
Wallerstein para rearticular los movimientos nacionales y sociales que
promueven una lucha progresiva contra la política económica global del
neoliberalismo, bajo un mismo signo. Hay que precisar, al menos, dos cuestiones
que debe poner en práctica un movimiento/movilización para que sea
antisistémico. Primero, impulsar una transformación fundamental de las
relaciones sociales y, segundo, señalar que el Gobierno es un potencial
adversario “político”, si estratégicamente no mantiene un mecanismo permanente
y directo de negociación y reciprocidad con el pueblo.
Lo que
dificulta la situación y que se puede considerar como el punto ciego del
gobierno en ejercicio, es su alto grado de intolerancia ante cualquier
expresión contra su forma de gobernar. Si el Gobierno no entiende todas estas
implicaciones, las relaciones con el pueblo ngäbe-buglé se pueden tensar y
antagonizar, y al calor de esas contradicciones se pueden dar las condiciones
para un movimiento antisistémico que convoque multitudes y se modele como
péndulo de lucha nacional.
En este caso, el detonante y punto de inflexión podría ser la
explotación del yacimiento de cobre en Cerro Colorado, sin la consulta ni
participación del pueblo ngäbe-buglé, aparte de las hidroeléctricas frente a la
cosmovisión indígena y su afecto a la tierra y el agua. En efecto, si las
multitudes asimilan como suyas estas características, se puede producir una
fractura, no solo con este gobierno sino con toda la clase política que
contradiga las características antisistémicas como modelo de lucha social
organizada.
* Publicado en La Prensa: http://www.prensa.com/impreso/opinion/ngabe-bugle-una-vision-antisistemica-abdiel-rodriguez-reyes/149331
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