Algunas
ideas sobre política
En
busca de la política
A diario me encuentro desde
personas cultas hasta personas con poca conciencia de su entorno, que reniegan
de la política, incluso señalan que la odian y que son a- políticos, esto
último es un mito, ya que cuando se sienten beneficiados por alguna actividad
política, terminan militando sus
intereses más que los mismos políticos tradicionales.
Se reniega de la política
por un hecho específico, los políticos no han hecho más que hacer las cosas
mal, desde la antigüedad hasta la actualidad, han gobernado a espaldas del
pueblo, parece que esta lección de que hay algo mal en la praxis política, no
la van a aprender los políticos por más que uno le diga esto está mal,
cualquier cuestión que sea. Ya sea recoger la basura, la mala calidad de la
educación, el mal servicio del agua etc... Esto sin entrar en problemas más
interesantes como teoría política, cuestión que ha sido reducido a los círculos
académicos.
Y estos mismos círculos
académicos discuten esto a puertas cerradas en algunos casos, ya que ni a los
políticos les interesa este tipo de discusiones, ni hay una política seria
gubernamental que tome en consideración los aportes académicos o mejor dicho el
esfuerzo por pensar la política, esto es
por la misma naturaleza de las contradicciones de un país como Panamá, donde
por ejemplo: hay un crecimiento económico considerable, que sin embargo no se ve reflejado en la
educación por citar algún ejemplo.
En Panamá esta de costumbre que
cualquiera es político, siempre y cuando tenga la popularidad y los votos para
tener un puesto político, a estos ¿se les puede considerar políticos en el
sentido estricto de la palabra? No. Estos son simple funcionarios que hacen lo
que mejor les parezca, y cuando son
captados por los que tienen las cuerdas de las marionetas, quedan como simples
y mediocres títeres que con sus mentiras
son el hazme reír de la sociedad. Esto sería
un gran circo, el circo al cual no hay que pagar por verlo, sale gratis su
difusión en los noticieros todos los días, es el circo de la política panameña.
Lo que no da risa e indigna,
es que estos comediantes cobran mucho dinero por sus payasadas, y estos sueldos
son pagados con nuestros impuestos. De este tipo de política si hay que sentir
desprecio, pero la política como arte de gobernar y la teoría política hay que
verla con otros ojos, con ganas de saber de ella, buscar y encontrar en los
viejos libros de Platón, Aristóteles, Maquiavelo hasta por citar a alguno en la
actualidad que sería Jean Luc Nancy, respuesta que a pesar de que se
escribieron miles de años atrás tienen resonancia en el complejo mundo en que
vivimos. Hasta los mismos teóricos actuales toman como referencia a estos
maestros del pasado.
La ausencia
de la política
“La comunidad ideal de hablantes, la teoría de la acción
comunicativa, teniendo en cuenta el panorama actual global, parece a rasgos
generales haber fracasado radicalmente en cuanto a los fines pasivos y
armónicos que todos deseamos.
Lo que ha prevalecido es una diplomacia preñada de
intereses múltiples que se aleja del bienestar común y, por la variedad de
síntomas que presenta, se hace difícil hacer un diagnóstico que dé luces al
problema de la política.
Desde Henry Kissinger hasta Hillary Clinton, pasando por
la diplomacia internacional, han tratado de maquillar el desarreglo del mundo.
El chamán de la filosofía política, Peter Sloterdijk, ha señalado que el
problema de la política es la ausencia de esta. Eso me desconcertó, pero pensándolo
bien creo que es cierto, porque lo que hablan hoy nuestros gobernantes y
analistas de y sobre política es totalmente lo contrario, es la ausencia de
ella.
Muchos casos paradójicos de nuestro espectáculo político
carecen de sentido, no hay un discurso válido, todo se construye con enunciados
falsos. El engaño, la publicidad engañosa, el efecto visual y todos los
mecanismos de alteración de la realidad son los factores que consideramos y se
imponen hoy como política.
En días pasados tuvo lugar el V Encuentro Nacional de
Politólogos, actividad en la que se dieron algunas ponencias buenas y otra no
tanto. Uno de los temas centrales fue la crisis institucional, mi pregunta al
respecto sería: ¿Cuándo han estado bien las instituciones? Recuerden que la palabra
“crisis” fue tomada de la medicina y creo que nuestras instituciones están
enfermas. Por lo tanto, hablar de crisis hoy día es un tanto difuso.
De lo que sí estoy seguro es que la gran ausente en
nuestras instituciones es la política. ¡Por favor, no confundir política con
politiquería!” (Diario la prensa, 12-7-2012, sección de opinión)
Retrato actual
de la política
Pensar la política hoy, desde un discurso filosófico,
sería explicar con elocuente erudición sus problemas, pero pocos o nadie
prestaría atención. Sin embargo, plantear problemas, calentar neuronas y llevar
al ser humano a pensar sería más apremiante y legítimo en pleno siglo XXI.
Pensar y hablar política no es lo mismo. Los políticos
manejan una retórica mal lograda que han adaptado muy bien a fines
particulares, persuadiendo y confundiendo al colectivo inconsciente de la
sociedad, junto a una publicidad engañosa y manejo de masas por las redes
sociales, a pesar de su papel revolucionario en las recientes movilizaciones.
En cambio pensar y luego hablar es diferente, ya sería un
discurso político que desemboca en la acción, donde la vieja máxima “Cogito
ergo sum” [“Pienso, luego existo”] de los tiempos modernos cobra vigencia;
donde la palabra y la teoría tienen un potencial práctico en la dinámica de la
historia. Maquiavelo señala que los políticos jamás vuelven la mirada a la
historia para aprender. Pensar hoy la política no es hacer un examen
fenomenológico de la coyuntura, sino echar mano atrás y ver por qué las cosas
en política son hoy así. ¿Qué hizo que la política no sea arte, sino negocio? ¿Por
qué la educación no nos permite ser ciudadanos y sí individuos formados para
servir?
Seguimos sumisos ante el poder retórico del “político”;
vivimos en una democracia que solo es efectiva cada cuatro años, en un país
donde el continuismo es democracia. Estas contradicciones desreguladas son las
que nos deben llevar a pensar la política hoy. ( el diario la prensa, 2-6-
2012, sección de pagina del lector)
Abdiel Rodríguez Reyes
Director de la revista Filosofía y Sociedad
5-10-2012
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